sábado, 26 de febrero de 2011

Las raíces del hayedo

Hoy toca una foto más convencional del Bosque de las Hayas de Ordesa, tengo muchas de este sitio y no se cual enseñaros pero creo que esta es la más representativa de lo que es este rinconcito del valle. Solo con ver esto ya vale la pena el viaje, y más cuando siempre fue un viaje que me gustaría a ver hecho desde ya hace muchos años.


Continuando la ruta que os llevo enseñado por aquí, ya llevaríamos unas 6 horas de ruta, aunque entre fotos y pararse a tomar unos bocadillos creo que nosotros ya llevamos mucho más de una hora de retraso, pero es que vale la pena tomarse esta visita con mucha calma.


domingo, 20 de febrero de 2011

Tokyo gardens

Bajando desde la Cola de Caballo ya todo es más fácil y además nos adentramos en el color del otoño. Pasaremos primero por las Gradas de Soaso y luego nos adentramos en el hayedo, de donde es esta foto. De esta vez el movimiento es conseguido con Ps, aunque lo he dejado a medias porque me recordaba a esos jardines japoneses donde debe ser una gozada relajarse.


lunes, 14 de febrero de 2011

Aquí todo sabe mejor

Una vez llegamos a la parte de llanear, podemos observar estás maravillosas vistas de Monte Perdido, el macizo calcáreo más alto de Europa con una altura de 3.355 metros. Este macizo es más conocido como las Tres Sorores, y está formado de izquierda a derecha por el Cilindro de Marboré, el propio Monte Perdido y Añisclo.


domingo, 13 de febrero de 2011

Cola de Caballo

Después de unas horitas por fin conseguimos llegar a los pies de Monte Perdido y allí nos encontramos con el más alto y famoso salto de agua de todo el Parque de Ordesa, que no es otro que la Cola de Caballo. Aquí terminamos con las vistas aéreas sobre todo el parque y comenzamos la bajada hasta el parking, nos adentraremos en todo el color otoñal que esconde Ordesa, todo esto nos llevara otras 3 horas más en condiciones normales pero con tantos y bonitos rincones que disfrutar el camino podría durar días.



viernes, 11 de febrero de 2011

Peña de Otal

Después de una tendida subida de hora y media, toca llanear por la Faja de Pelay durante otras dos horas y media, las vistas son espectaculares para aburrirte de hacer fotos aunque yo la verdad poco conseguí. Aunque en momentos dados es bueno echar la vista atrás y ver lo que vas dejando atrás ya que al fondo podemos ver la Peña de Otal, entre otras, con esa curiosa ladera que podéis observar en las fotos.




domingo, 6 de febrero de 2011

La vida en movimiento

Según llegas por la carretera los ojos se te ponen como platos al ver toda esa explosión otoñal, pero hasta que no bajas del coche y empiezas a palpar el ambiente no quedas lleno. Una vez llegamos al Parking, te pones las botas para patear durante un largo y hermoso día. Ahora ya estamos preparados para adentrarnos en Ordesa y en todo su colorido. Y una de las primeras fotos que puedo hacer es la de unos abedules, con su característico amarillo, que nos encontramos según empezamos a subir la senda de los cazadores. Y de paso hago esta versión en movimiento que espero os guste.







sábado, 5 de febrero de 2011

Torla

En la entrada a Ordesa nos encontramos con el encantador pueblo de Torla. Según llegamos podemos ver está típica postal que la gente se lleva de recuerdo a sus casas, con la iglesia románica en primer plano y de fondo las impresionantes paredes que forman los cañones del valle de Ordesa. Para llegar al interior del pueblo debemos atravesar un túnel que se encuentra debajo de la iglesia. Su núcleo urbano es precioso con esas casitas de piedra tan de ensueño y tan bien decoradas.

Con suerte podréis disfrutar de un gran grupo de buitres leonados volando sobre este pueblo y sobre vuestras cabezas, una sensación difícil de describir y única que será difícil que borréis de vuestra memoria. Ya dentro del pueblo y si buscáis entre las distintas callejuelas encontrareis una curiosa tienda de regalos con pequeñas cajas musicales que no llegan a los 4 cm de tamaño y que, por supuesto, funcionan.

En las siguientes fotos ya os iré enseñando las vistas de Ordesa de las que disfruté.